lunes, 4 de marzo de 2013

España, a punto de quedarse fuera del proyecto del mayor telescopio del mundo

Europa dará un golpe sobre la mesa de la Astrofísica mundial con la construcción del mayor observatorio astronómico del mundo. El Telescopio Europeo Extremadamente Grande (EELT, por sus siglas en inglés) será durante décadas el instrumento científico más potente para observación del espacio. Pero España está a punto de perder el tren del EELT y de echar por tierra una oportunidad histórica para situar la ciencia y la ingeniería nacionales entre las más punteras del mundo.
Las dificultades económicas y los recortes en I+D han motivado que España sea uno de los cuatro países miembros del Observatorio Europeo Austral (ESO) que aún no han confirmado su participación en el proyecto para construir en Chile este gigante europeo. Once países ya han dado su visto bueno, por lo que ya está confirmado que el EELT seguirá adelante con o sin España, Portugal y Dinamarca, que son los tres únicos países miembros de ESO que faltan por dar el sí, ya que Reino Unido acaba de anunciar su participación.
La decisión no es banal. No se trata sólo de poner en riesgo el avance de la Astronomía española, sino que de ello depende que las empresas españolas puedan acceder a contratos multimillonarios que potenciarían la economía española y situarían a la ingeniería española en la Liga de Campeones del diseño y construcción de estas grandes instalaciones científicas.
Para formar parte del EELT, España debe aportar 40 millones de euros en los próximos 10 años, lo que en promedio supone 4 millones anuales. Pero, a pesar de que ESO ha ofrecido al Gobierno español todo tipo de facilidades, plazos y prórrogas para poder hacer frente al pago, la situación económica española hace imposible de momento que pueda comprometerse. Pero si no lo hace y se queda fuera del EELT, las empresas españolas, que han diseñado más del 40% del telescopio y en estos momentos lideran el concurso para su construcción, perderían la oportunidad de optar a la concesión de la obra.
El gigante europeo tiene un presupuesto aprobado de más de 1.000 millones de euros. La primera fase de ese concurso implica la construcción del domo del observatorio -que incluye una cubierta móvil de casi 90 metros de diámetro y de 70 metros de altura con un buen número de soluciones tecnológicas de ingeniería avanzada- y la estructura de soporte del telescopio. La convocatoria para la construcción de ambas partes cuenta con una asignación de 349 millones, según ESO.
La precalificación de empresas acaba de terminar, lo que dejará a las elegidas en menos de cinco compañías. Dos de ellas, Idom y Empresarios Agrupados, son españolas y en estos momentos son las que mejor calificadas están para construir tanto el domo, como la estructura de soporte. Y no es por casualidad, ya que casi el 100% del diseño de referencia del domo y la estructura del telescopio es de estas empresas.

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