Los investigadores estiman que el lagarto descubierto tenía tres metros de largo y que su aspecto era muy semejante al del actual dragón de Komodo, el lagarto varanoideo más grande del mundo.
Los mosasaurios, reptiles que habitaban en los océanos del Cretácico Superior, pertenecen al mismo grupo de reptiles, el de los pitonomorfos, que las serpientes. Por ello la hipótesis del origen marino de estos reptiles siempre ha sido tomada en cuenta. El descubrimiento de este nuevo lagarto demuestra que los mosasaurios podían tener un origen terrestre.
Hábitos terrestres
“Hemos descrito una nueva forma de pitonomorfo del Cretácico Superior –hace unos 70 millones de años– que carece de las especializaciones anatómicas relacionadas con la adaptación al medio acuático y que, por lo tanto, era probablemente una forma terrestre”, explica Francisco Ortega, investigador del Grupo de Biología Evolutiva de la UNED y uno de los autores del estudio que se publica en la revista Paläontologische ZeitschriftSolo se había documentado un caso similar de un animal de este tipo que viviese en tierra, un caso de una especie en el Cretácico Inferior de Japón. Aunque el reptil de Lo Hueco parece pertenecer a una especie desconocida hasta ahora, los autores del trabajo se muestran cautos y esperan encontrar más restos óseos que confirmen sus datos para proponer un nombre específico.
“El hallazgo reafirma la hipótesis de que el ancestro común del grupo podría haber desarrollado hábitos terrestres similares a los lagartos varanos actuales”, apunta Ortega. Según esta teoría, el conjunto de reptiles podría haber adquirido progresivamente adaptaciones acuáticas en zonas cercanas a la costa y, posteriormente, haber colonizado el medio marino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario