Burbujeo en las aguas de El Hierro, en noviembre del año pasado. | Efe
El agua más cercana al volcán submarino de El Hierro aún presenta algunos valores anómalos. Eso concluyen los resultados del estudio que el Instituto Oceanográfico Español (IEO) ha realizado en aguas herreñas un año después de que se produjera la erupción submarina.
Dicho estudio consistió en un análisis de las propiedades físico-químicas y biológicas de siete estaciones hidrográficas próximas al volcán submarino, desde superficie hasta los 2000 metros de profundidad. Se analizaron 1500 litros de agua de mar para la determinación de más de 40 parámetros físico-químico-biológicos como temperatura, salinidad, concentración de oxígeno, nutrientes, pH, CO2, alcalinidad, bacterias...
En seis de las siete estaciones muestreadas los valores habían vuelto a la normalidad. Sin embargo, en una de ellas, la estación que rodea el volcán submarino, presentó algunos rangos anómalos. En este caso se trata de niveles de pH ácidos y alcalinidad ligeramente por encima de lo normal.
Sin embargo, los niveles de azufre fueron totalmente nulos en todas las estaciones estudiadas. Además, las comunidades de zooplancton y el sistema micro-biológico mostró valores comunes. Sí toparon con algunas bacterias (dinoflagelados y cianobacterias) fijadoras de nitrógeno que serán objeto de un detallado estudio en los laboratorios del Banco Español de Algas.
Esta campaña oceanográfica se enmarca en el proyecto RAPROCAN (Radial Profunda de Canarias), cuyo objetivo principal es valorar el estado de las aguas de Canarias desde superficie hasta el fondo oceánico. Se realiza a bordo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño, el más moderno de la flota del IEO, y está liderado por Eugenio Fraile, investigador del Centro Oceanográfico de Canarias del IEO. En el proyecto participan además otras instituciones canarias.
El Ministerio de Economía también ha concedido a este equipo el Proyecto Vulcano, que garantizará la continuidad de estos trabajos los dos próximos años en los que se realizarán tres nuevas campañas oceanográficas multidisciplinares de 15 días cada una, a bordo del mismo buque.
Además, este nuevo proyecto dará la posibilidad de colocar por primera vez en la isla de El Hierro una boya superficial capaz de registrar parámetros como temperatura, salinidad, velocidad de la corriente y pH y enviar los datos en tiempo real a través de satélite a los investigadores y a cualquier ciudadano a través de internet.
Dicho estudio consistió en un análisis de las propiedades físico-químicas y biológicas de siete estaciones hidrográficas próximas al volcán submarino, desde superficie hasta los 2000 metros de profundidad. Se analizaron 1500 litros de agua de mar para la determinación de más de 40 parámetros físico-químico-biológicos como temperatura, salinidad, concentración de oxígeno, nutrientes, pH, CO2, alcalinidad, bacterias...
En seis de las siete estaciones muestreadas los valores habían vuelto a la normalidad. Sin embargo, en una de ellas, la estación que rodea el volcán submarino, presentó algunos rangos anómalos. En este caso se trata de niveles de pH ácidos y alcalinidad ligeramente por encima de lo normal.
Sin embargo, los niveles de azufre fueron totalmente nulos en todas las estaciones estudiadas. Además, las comunidades de zooplancton y el sistema micro-biológico mostró valores comunes. Sí toparon con algunas bacterias (dinoflagelados y cianobacterias) fijadoras de nitrógeno que serán objeto de un detallado estudio en los laboratorios del Banco Español de Algas.
Esta campaña oceanográfica se enmarca en el proyecto RAPROCAN (Radial Profunda de Canarias), cuyo objetivo principal es valorar el estado de las aguas de Canarias desde superficie hasta el fondo oceánico. Se realiza a bordo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño, el más moderno de la flota del IEO, y está liderado por Eugenio Fraile, investigador del Centro Oceanográfico de Canarias del IEO. En el proyecto participan además otras instituciones canarias.
El Ministerio de Economía también ha concedido a este equipo el Proyecto Vulcano, que garantizará la continuidad de estos trabajos los dos próximos años en los que se realizarán tres nuevas campañas oceanográficas multidisciplinares de 15 días cada una, a bordo del mismo buque.
Además, este nuevo proyecto dará la posibilidad de colocar por primera vez en la isla de El Hierro una boya superficial capaz de registrar parámetros como temperatura, salinidad, velocidad de la corriente y pH y enviar los datos en tiempo real a través de satélite a los investigadores y a cualquier ciudadano a través de internet.
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