Una nueva técnica poco agresiva se ha sumado a las opciones de tratamiento de la obesidad y, por ende, de la diabetes tipo 2. El método consiste en insertar una funda dentro de la primera parte del intestino delgado. Con ello, se reduce la posibilidad de que el organismo absorba los nutrientes. El sistema ha llegado ya a España, y el hospital de Bellvitge de Barcelona presentó ayer los resultados de sus primeros seis pacientes.
La intervención “se hace de manera ambulatoria y lo positivo es que no dura más de media hora”, ha declarado a Efe Jordi Pujol, el médico que ha dirigido los procesos. Además, “el paciente se queda en el hospital una noche para que esté bajo supervisión”. “El sistema reduce la mortalidad de la cirugía de la diabetes, que en nuestro centro es muy baja pero de esta manera la reducimos todavía más, aunque evidentemente el cero nunca existe”, ha añadido Pujol.
Los resultados del trabajo español son todavía muy preliminares, ya que se han presentado a las cuatro semanas de las intervenciones, cuando lo ideal es esperar un año para ver el efecto de la operación. Se espera que este represente una pérdida del 20% del peso.
El centro español no ha publicado aún los resultados, pero sí lo hizo el grupo pionero, el de Alex Escalona, de la Universidad Pontificia de Chile, que lo hizo el 24 de abril en Annals of Surgery. En el artículo sobre el sistema, llamado Endobarrier, se recogen datos de 39 individuos que pesaban, de media, 109 kilos. No todos los casos fueron exitosos. De los 39, 15 (el 38%) no completaron el periodo de 52 semanas previsto, sobre todo porque la funda se desplazó o el tubo se obstruyó.
El sistema tiene otros efectos beneficiosos colaterales con la reducción de peso. El primero es el de control de la glucosa, lo que ayuda a las personas con diabetes. Los investigadores calculan que podría beneficiar a un 40% de los afectados por las tipo 2 de esta enfermedad.
Uno de los pacientes intervenidos es Manuel Pradas, de 60 años y con dificultades de movilidad debido a un problema de columna, que le impedían realizar el ejercicio necesario para perder peso. Pradas, que ha perdido 12 kilogramos en un mes, ha dicho a Efe que tras la operación puede salir más, ya que ahora anda con muletas en lugar de ir en silla de ruedas y solo debe ponerse insulina una vez al día.
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