Para los virus de la gripe, los humanos somos un viejo conocido. Saben bien cómo funcionamos, qué tienen que hacer para hacerse fuertes en nuestro organismo, cómo 'renovarse' cada año para enfrentarse a las vacunas...
A la ciencia le está costando un poco más destapar las múltiples caras de este patógeno, aunque, poco a poco, vamos aprendiendo a conocerle. La última pista sobre su forma de actuar la da esta semana en 'Science Express' un equipo de investigadores españoles.
Su trabajo, el culmen de más de 10 años en el laboratorio, ha permitido demostrar cómo es la estructura molecular de la 'maquinaria' interna que permite replicarse a los virus.
El 'corazón' de los virus está compuesto por ocho segmentos de ácido ribonucleico (ARN) que componen el código genético del virus y están asociados a varias proteínas virales y una enzima polimerasa. Estos complejos, denominados ribonucleoproteínas, son los encargados de la replicación del virus; es decir, de 'producir' nuevas copias de sí mismos que, posteriormente, contribuirán a diseminar la infección.
Hasta ahora, definir la estructura de esa 'maquinaria' había supuesto un desafío para la ciencia. Pero un equipo conjunto dirigido por Jaime Martín-Benito, del Departamento de Estructura de Macromoléculas, y Juan Ortín, del Departamento de Biología Molecular y Celular del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC), ha conseguido desentrañarla.
Su trabajo ha revelado la estructura tridimensional en doble hélice de esa maquinaria molecular y ha descrito cómo es la interacción entre ARN, proteínas y polimerasa en el interior de las ribonucleoproteínas.
"Podemos establecer un símil con los cromosomas en nuestro genoma. Lo que hemos conseguido es describir cómo están organizadas estas máquinas que, salvando las distancias, se asemejan a un cromosoma y que son las que permiten la transcripción y la replicación de los virus de la gripe", explica Martín-Benito a ELMUNDO.es.
A la ciencia le está costando un poco más destapar las múltiples caras de este patógeno, aunque, poco a poco, vamos aprendiendo a conocerle. La última pista sobre su forma de actuar la da esta semana en 'Science Express' un equipo de investigadores españoles.
Su trabajo, el culmen de más de 10 años en el laboratorio, ha permitido demostrar cómo es la estructura molecular de la 'maquinaria' interna que permite replicarse a los virus.
El 'corazón' de los virus está compuesto por ocho segmentos de ácido ribonucleico (ARN) que componen el código genético del virus y están asociados a varias proteínas virales y una enzima polimerasa. Estos complejos, denominados ribonucleoproteínas, son los encargados de la replicación del virus; es decir, de 'producir' nuevas copias de sí mismos que, posteriormente, contribuirán a diseminar la infección.
Hasta ahora, definir la estructura de esa 'maquinaria' había supuesto un desafío para la ciencia. Pero un equipo conjunto dirigido por Jaime Martín-Benito, del Departamento de Estructura de Macromoléculas, y Juan Ortín, del Departamento de Biología Molecular y Celular del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC), ha conseguido desentrañarla.
Su trabajo ha revelado la estructura tridimensional en doble hélice de esa maquinaria molecular y ha descrito cómo es la interacción entre ARN, proteínas y polimerasa en el interior de las ribonucleoproteínas.
"Podemos establecer un símil con los cromosomas en nuestro genoma. Lo que hemos conseguido es describir cómo están organizadas estas máquinas que, salvando las distancias, se asemejan a un cromosoma y que son las que permiten la transcripción y la replicación de los virus de la gripe", explica Martín-Benito a ELMUNDO.es.
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